Acabo de leer un artículo que me ha sorprendido mucho y habla de una perra que duerme en el cementerio, al lado de la tumba de su difunto amo. Me parece increible que este animal siga allí despues de varios meses tras la muerte de su dueño. Lo lógico, creo yo, es que se dejase recoger por algún vecino del pueblo que quisiese ocuparse de ella, pero parece ser que el cariño que le tenía a su difunto dueño le impide abandonarlo, aun después de su muerte.
No creo que ningún ser humano sea tan fiel a sus difuntos como éste. Que la perra siga allí, quizás sea una buena lección para los seres humanos que en ocasiones olvidan a sus difuntos con facilidad.
La alimentan los vecinos del pueblo, creo que es un bonito gesto, quizás un reconocimiento a su fidelidad y cariño hacia su difunto dueño.
No sé el tiempo que le durará esta actitud pero supongo que será bastante. Creo que seguirá esperando que su dueño vuelva mientras no comprenda que eso no sucederá nunca.
Espero que se de cuenta de que todo todo el pueblo la quiere y que algún día tendrá que irse con otro dueño, que tal vez al principio no la quiera tanto como el anterior, pero seguro que al final acabará queriéndola tanto o más.
Tomen ejemplo.
jueves, 16 de septiembre de 2010
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